Lucrecio imaginó una flecha voladora lanzada hacia el infinito, para probar si el espacio tenía límites. Esa flecha son las palabras, los participios, los futuros, los condicionales. Cómo nos orientan y nos desorientan, y qué podemos hacer para mejorar la ruta es la materia elemental de este libro. Aquí el autor abre pasadizos, remueve significados con ironía y malicia, inventa y distorsiona, por caminos que, después, a la vuelta, parecen fáciles porque ya han sido transitados. Las palabras al mismo tiempo nos ayudan y nos confunden, cuando hay que situarse entre la información que nos rodea.
En Pasadizos se razona siempre pensando que el lenguaje, y las palabras, forman parte del cuerpo humano, que también produce sus propios errores de percepción, y a la vez categorías, objetos, enlaces. Espriu el oscuro lo expresó en estilo agreste, «las palabras son / horcas donde cuelgo / trozos de razón». Pero no hay ninguna certeza en todo ello. Digamos que, como mínimo, hay una determinada disposición a no dejarse encandilar del todo y a aprovechar el contraluz —para volver a casa.
Amadeu Viana (Valencia, 1958) es profesor de Lingüística en la Facultad de Letras de Lleida. Ha traducido al catalán a Lewis Carroll (la segunda novela de aventuras de Alicia, A través de l’espill, 1985; y el poema grotesco La caça del Merma, 1999), más los aforismos del alemán G. C. Lichtenberg (Quaderns de notes, 2012), y una selección de autores clásicos en El pensament sociolingüístic europeu (1995). Además de su interés por la historia de las ideas (Raons relatives, 1997; Tempesta de signes, 2015), se ha ocupado durante bastantes años tan bien como ha podido del humor y la risa en diferentes foros internacionales, en seminarios y talleres, y en un ensayo sobre la conversación (Acròbates de l’emoció, 2004).